Cocina internacional

Preparación

Precalentar el horno a 200º C.

Espolvorear la encimera con harina. Desenrollar el hojaldre y cortar 1 cuadrado de 20 x 20 cm. Esparce por encima unos pellizcos canela molida. Enrolla la masa sobre sí misma y corta 6 redondeles. Colócalos en los huecos de un molde de magdalenas y con los dedos ajusta y estira la masa de modo que queden bien forrados y sobresalga del borde.

Meter el molde en la parte más alta del horno y cocer 8 ó 10 minutos.

Echar la créme fraîche en un bol, añadir el huevo el extracto de vainilla, 1 cucharada de azúcar y ralladura de 1 naranja. Mezclar bien.

Sacar el molde de magdalenas del horno y aplastar el hojaldre con una cucharilla. Verter dentro el relleno y meter al horno en la parte alta durante 8 minutos.

Poner un cazo al fuego fuerte con el resto del azúcar y el zumo de la naranja hasta que se haga caramelo.

Sacar del horno los pastéis y verter un poco de caramelo sobre la crema.

Te puedes ahorrar la parte del caramelo, pero entonces pon en la crema algo más de azúcar, como 2 cucharadas en lugar de una.

Preparación

Picar todo muy menudo y mezclar.

Humedecer las obleas entre dos paños húmedos y rellenar haciendo rollitos delgados de unos 2 cm de diámetro

Preparación

Para empezar daremos unos cortes con un cuchillo en los bordes de los ossobucos para que no se deformen al cocerlos.

Salpimentar la carne, pasarla por harina y sellarla en una cacerola con aceite a fuego fuerte. Reservar en una fuente de horno.

En este mismo aceite pochar la cebolla, el puerro, la zanahoria, el ajo y el apio, todo cortado en brunoise. Cuando esté bien pochado añadir el vino y dejar reducir. A continuación agregar el tomate, las hierbas y la ralladura de limón, cocer unos minutos.

Poner todas las verduras por encima de los ossobucos y echar por encima el caldo caliente. No tienen que quedar cubiertos totalmente de caldo.

Meter al horno precalentado a 180ºC y cocer tapado con papel de aluminio durante 1 hora y media aproximadamente.

Durante este tiempo ir regando con el caldo de tanto en tanto, para que no se seque la carne. Si hiciera falta añadir más caldo. No dar la vuelta a los ossobucos para que no se desprenda el tuétano.

Antes de servir poner por encima parte de la gremolata, y el resto sacarla en un cuenco, para que cada comensal se sirva a su gusto.